lunes, 21 de junio de 2010

3 comentarios:

Anónimo dijo...

NO SON LOS EE.UU., ¿QUIÉN HAY MÁS ALLÁ, SOSTENIENDO GOBIERNOS COMUNISTAS, CAPITALISTAS, SOCIALISTAS, ACENTADOS SIN EMBARGO EN LOS TERRITORIOS DE LOS EE.UU?, HAY QUE DESPERTAR, EL PULPO NO ES EE.UU, ESTO ES SÓLO EL COMIENZO DE UNA GRAN CONSPIRACIÓN PARA ESCLAVIZAR A LOS HIJOS DE LA LUZ.

Anónimo dijo...

Hasta cuándo aguantaremos la colonización del principio calvinista de que el beneficio santifica? Este ha producido al soberbio avaricioso, que ha esquilmado las fuentes de recursos, gozando de millones de asesinados diarios por hambre. El principio cristiano de que el beneficio es de todos: no del hambre para todos (comunista-socialista-marxista)deberia ser implantado. Nadie es propietario de la libertad de los demás, ni democraticamente tienes más derecho que unos votos que te facultan para repartir lo comun entre todos, no que te quedes con todo.

Anónimo dijo...

Bueno, estoy de acuerdo que el origen de todo este mal es la pequeña semilla calvinista en torno al beneficio. No obstante, los americanos (la minoría que decide) la han llevado un punto más allá. Si la riqueza es una bendición: la pobreza es un merecido castigo. Y así enfrían su mirada ante mayoritaria población mundial culpable de ser pobre.

Mientras tanto, el resto del mundo (el que no decide) está lleno de buena gente que se deja dirigir.

Y este problema, es un problema recurrente en las civilizaciones: cuando hay una revolución/conversión que implica a los individuos en la gestión de la cosa pública existe un periodo dulce, tras el cual los individuos más interesados hacen apropiación indebida. Pasó con los comunistas (Lenin), pasó con América (Lobbys), pasó con los luteranos (la nobleza), paso con los anglicanos (el rey), pasó con ETA cuando los individuos más salvajes e interesados tomaron la cúpula, de lo que había sido un movimiento público más o menos espontáneo e idealista. Y la propia iglesia católica también ha padecido en algunos momentos de la corrupción que emana del actuar interesado.

De este modo cuando los americanos hayan pasado, como pasaron Alemanes, Franceses, Españoles, Romanos y Griegos, no lo dudeis: habrá otros que sacrifiquen al prójimo por interés.

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